ESCULTURA



La escultura por su compleja cualidad de tridimensionalidad requiere de un estudio, conservación e intervención de manera multidisciplinar.
La condición esencial de la madera como material vivo, de naturaleza orgánica, exige el planteamiento riguroso de técnicas y tecnologías que permitan su durabilidad, efectividad y mantenimiento de las adecuadas propiedades físicas y mecánicas durante el mayor y más razonable espacio de tiempo.

Las principales causas de alteración en general de cualquier obra de arte podrían básicamente resumirse en:

CAUSAS INTERNAS:
  •        COMPOSICIÓN QUÍMICA.
CAUSAS EXTERNAS:
  •         VARIACIONES DE LA TEMPERATURA.
  •         HUMEDAD.
  •         FACTORES FÍSICOS.
  •         FACTORES QUÍMICOS
  •         CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA Y PRESENCIA HUMANA.
  •         FACTORES BIOLÓGICOS.
  •         FACTORES HUMANOS.


Las variaciones climáticas propias de cada día (Temperatura-Humedad) causan contracciones y dilataciones en la madera, estos continuos movimientos provocan fatigas en el material y llevan a la aparición de grietas, la aparición de dichas fisuras en la madera, provocadas por movimientos internos propios y naturales de ésta (movimientos físico-mecánicos) sí, afectan a las capas de preparación y de policromía superiores ya que causan pérdidas en éstas.



La aparición de grietas es una de las patologías más comunes en la escultura y se dividen en dos clases:
·       Grietas como consecuencia de los movimientos naturales de la madera.
Aparecen como consecuencia de los movimientos naturales del soporte debido a los cambios naturales de humedad relativa en el ambiente donde se encuentra la obra. Se consideran normales y no suelen producir un daño grave
·       Grietas como consecuencia del desencolado de los tablones que forman la
estructura.
Denominadas también grietas estructurales. Siendo las que mayores problemas
causan, pudiendo partir en trozos la talla. Tienen su origen en la separación de los
tablones de madera que forman la escultura, coincidiendo con las uniones de estos.
Pueden estar causadas por la perdida de adhesión del adhesivo utilizado en el encolado
de las maderas o por una deficiente técnica de ejecución del escultor.



Como todos los objetos de naturaleza orgánica, la madera está sujeta a una degradación natural que depende de varios factores principalmente, de las condiciones ambientales en las que se encuentra.
La estabilidad del material constitutivo en las esculturas de madera se ve afectada  por el ataque de xilófagos, insectos y hongos (factores bióticos).  Los insectos xilófagos constituyen los agentes bióticos más frecuentes en las maderas de edificación afectadas por degradación. Estos, atacan la madera en su fase de larva, mientras dura su desarrollo y crecimiento, y habitualmente, cuando llegan a su edad de adulto, perforan un hueco y salen al exterior, no volviendo a la madera hasta la puesta de huevos que inicie un nuevo ciclo vital.



Es bastante habitual que la mayoría de los daños y perdidas del soporte constitutivo de la imaginaria coincidan las partes más salientes y expuestas a roces, golpes, agresiones vandálicas (como pueden ser: manos, dedos, brazos, etc.) y se producen casi siempre como consecuencia de la intervención del hombre (traslados, procesiones, uso devocional).
También es muy frecuente que el estado de conservación venga derivado de inadecuadas y sucesivas intervenciones de restauración y redecoración que han sufrido las piezas a lo largo de la historia.


Su reconstrucción volumétrica dependerá del uso, destino de la obra y de la existencia de documentación gráfica de la pieza antes de perder dicho volumen que determinarán o no, su reposición.

En general las esculturas muestran un aspecto mate y una falta de intensidad en los colores, como consecuencia del paso del tiempo, de roces y sobre todo al oscurecimiento de los barnices de protección y de la policromía, haciendo que los colores parezcan más oscuros.
Los barnices, con el paso de los años terminan oxidándose, envejeciendo y por tanto, amarilleando, creando una veladura de color oscuro sobre las obras y ocultando los colores originales.


Tan importante es eliminarlo durante la intervención para recuperar los colores originales como su posterior aplicación de nuevo, ya que de este modo, la suciedad ambiental, grasas y humos se depositarán directamente sobre el barniz y no sobre la policromía, protegiendo esta. 

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